Hoy os traigo otro ejemplo de restauración arquitectónica. En este caso, una relacionada con los grandes destrozos que se produjern durante la Segunda Guerra Mundial. Todos sabemos que cualquier guerra es muy perjudicial para cualquier tema de patrimonio, las destrucciones, los abandonos o el cambio de uso de cualquier edificio (ejemplo, convertir una ópera en un polvorín) acarrea grandes desastres en cuanto a la conservación de nuestros bienes culturales.
Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial fue especialmente dura dentro de este tema. Ciudades enteras quedaron reducidas a escombros, iglesias, museos, bibliotecas... Los bombardeos acababan con todo. Edificios emblemáticos de cada ciudad desaparecieron y cuando terminó la guerra se originó un gran debate: ¿debíamos restaurar los edificios?, ¿dejarlos en ruinas para recordar la barbarie humana? o ¿derruirlos de todo y construir una nueva ciudad sobre sus cenizas? En esta entrada os traigo uno de esos ejemplos, La Frauenkirche de Dresde.
La Frauenkirche de Dresde es una iglesia luterana de la época barroca construida entre 1726 y 1743. Arquitectónicamente, es una de las iglesias más destacadas de Europa y tiene la mayor cúpula de piedra al norte de los Alpes.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue totalmente destruida a causa del bombardeo de Dresde en 1945 por parte de la Royal Air Force británica (RAF) y las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos (USAAF). Durante estos ataques contra la alemania nazi entraron en acción más de mil bombarderos pesados que arrasaron gran parte de la ciudad y desencadenaron una tormenta de fuego que consumió el centro histórico de la misma. Entre estos ataques la Frauenkirche (Iglesia de Nuestra Señora) quedó prácticamente destruida a consecuencia del fuego:
Tras la guerra, la República Democrática Alemana decidió mantener las ruinas del edificio como un monumento que recordara la destrucción y la brutalidad de la guerra. En esta foto vemos cómo estaba en 1991, abandonada con rastro de vegetación entre las piedras.
Tras la caída del muro de Berlín en 1989, se decidió reconstruirla pues representaba uno de los símbolos de la nación alemana previa a la guerra, además de ser el principal monumento de Dresde. Por ello en 1994 comenzó su reconstrucción, finalizando ésta en 2005. Para ello contribuyeron a su financiación donantes de todo el mundo, siendo las más importantes la “Sociedad para el fomento de la reconstrucción de la Frauenkirche de
Alemania, Sociedad Registrada” y de la “Fundación Frauenkirche”, además del Banco de Dresde.
Hubo mucha polémica desde el principio, pues la gran mayoría de arquitectos e historiadores no querían que se reconstruiyese pues se contribuía a olvidar una parte tan imporante del pasado como era la barbarie de la guerra o el bombardeo de Dresde. Actualmente, muchos investigadores dicen que la actual Frauenkirche es una copia barata de la anterior pues casi fue reconstruida por completo.
Sin embargo, el proyecto supo ingeniarselas para aunar historia y modernidad y conseguir de esta manera recordar el pasado sin renunciar al mayor símbolo de Dresde. Y esque las partes de la iglesia que no se habían derrumbado se mantuvieron sin tocar y se reconstruyó el resto. Para ello usaron una infinidad de ladrillos calcinados que actualmente recorren todo el cuerpo del edificio, además de la consolidación de uno de los ábsides.
En esta fotografía actual podemos ver cómo quedó el ábside de la iglesia. Por el color de las piedras podemos distinguir perfectamente lo nuevo y lo viejo dando al edificio una apariencia única:
Así que bueno, ¿qué os parece? En mi opinión es una gran manera de solucionar un conflicto como éste sin perder la memoria histórica en el proceso. Pero, ¿Qué hubieseis hecho vosotros? ¿Dejar las ruinas, derruirlo y construir otra cosa?
Álvaro Sánchez Lamadrid
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