La entrada de hoy tratará sobre la geografía y más en concreto de los mapas. Desde los primeros tiempos de la historia, el ser humano ha necesitado guiar sus pasos a través de diferentes tipos de ayudas: las estrellas del firmamento, el musgo de los árboles para descubrir dónde está el norte, la salida y puesta del sol y, más adelante con el desarrollo de la cartografía, los mapas. En esta entrada os quiero hablar de uno de los más famosos, el Globo de Hunt-Lenox.
Este pequeño globo terráqueo de cobre es el tercero más antiguo que se conserva actualmente y es un hito en la historia de la cartografía. Fue construido por un artesano anónimo a principios del siglo XVI (alrededor de 1510) yse conserva en la Rare Book Division de la Biblioteca Pública de Nueva York.
En la esfera se observan todos los territorios descubiertos hasta aquel entonces, siendo uno de los primeros en representar América, recién descubierta en 1492, aunque sólo del Caribe para
abajo ya que los territorios del Norte, apenas explorados, aparecen en él como un
disperso conjunto de islas. Al margen de su indudable valor científico e histórico, el Globo de
Hunt-Lennox es conocido universalmente por la leyenda "Aquí hay
dragones", que su artífice grabó en la zona correspondiente a las Indias
Orientales, en costa este de Asia.
Dicha frase se hizo tan famoso que terminó conviertiéndose en sinónimo cartográfico para lo desconocido,
continuando con una tradición ya existente en el Medievo que pervive hoy en
algunas manifestaciones de la cultura popular. Unidas a las representaciones de monstruos marinos fantásticos y leyendas como "Aquí hay dragones", los artesanos pretendían alertar a los navegantes de lo desconocid a la vez que mostrar a los incultos ciudadanos de Europa las maravillas y los misterios que había en el mundo. Maravillas que unos pocos privilegiados como Marco Polo o Cristobal Colón pudieron ver en sus viajes.
El origen real del globo es desconocido. Fue descubierto en París por el arquitecto Rchard Morris Hunt en 1855 y éste se lo dio al filántropo americano James Lenox. A su muerte, su colección fue donada a la Biblioteca Pública de Nueva York, dónde aún reside el globo.
La primera investigación que existe de la enigmática frase la realizó el historiador B. F. de Costa para la Revista de Historia Americana en su edición de Septiembre de 1879. En ella, alude a que la descripción "Aquí hay dragones", hace relación a la frase pronunciada por Marco Polo durante sus viajes a India en dónde dijo: "Aquí viven los Dagroians" o Dragonianos, habitantes del reino de Dagroian. Sin embargo, el pueblo que describe Marco Polo en sus libros esta cercano a Java menor o Sumatra, bastante alejado por tanto del lugar dónde está la inscripción.
De tal manera, que el motivo real de la frase aún es un misterio, pero ha conseguido perpetuar en la historia llegando a describir con esa frase lo desconocido, lo perdido y lo fantástico. ¿Os apetece ver Dragones?
Álvaro Sánchez Lamadrid.
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